Si los hombres poseyeran la sabiduría, que está en la misma relación con la forma del hombre que la vista con el ojo, no causarían daño ni a sí mismos ni a los demás, pues el conocimiento de la verdad elimina el odio y las disputas, y previene los daños mutuos.

Es mejor y más satisfactorio absolver a mil personas culpables que condenar a muerte a un solo inocente.

Quien se sumerge en el acto sexual será asaltado por el envejecimiento prematuro, su fuerza disminuirá, sus ojos se debilitarán, y un mal olor emanará de su boca y sus axilas, sus dientes se caerán y muchas otras dolencias lo afligirán.

Esta debe ser nuestra creencia cuando tengamos un conocimiento correcto de nosotros mismos y comprendamos la verdadera naturaleza de todo; debemos estar contentos y no preocupar nuestra mente buscando una causa final para las cosas que no la tienen, o que no tienen otra causa final más que su propia existencia, que depende de la Voluntad de Dios, o, si lo prefieres, de la Sabiduría Divina.

Dios es idéntico a Sus atributos, por lo que puede decirse que Él es el conocimiento, el conocedor y el conocido.

La generación de Isaías no necesitaba la descripción detallada; su relato, "Vi al Señor", etc., fue suficiente. La generación del exilio babilónico quería aprender todos los detalles. ...Isaías estaba tan familiarizado con ello que no consideró necesario comunicarlo a los demás como algo nuevo, especialmente porque era bien conocido por los inteligentes.

Ninguna forma permanece permanentemente en una sustancia; se produce un cambio constante, una forma se retira y otra se pone.

No hay diferencia entre el dolor de los humanos y el dolor de otros seres vivos, ya que el amor y la ternura de la madre hacia la cría no son producidos por el razonamiento, sino por el sentimiento, y esta facultad existe no solo en los humanos sino en la mayoría de los seres vivos.

El objetivo de la buena salud es permitir que una persona adquiera sabiduría.

Aquellos que creen que... las reglas detalladas se originan en una causa determinada, están tan lejos de la verdad como aquellos que suponen que toda la ley es inútil.

Mientras que un hombre puede descubrir algo por sí mismo, otro nunca podrá entenderlo, incluso si se le enseña mediante todas las expresiones y metáforas posibles, durante un largo periodo; su mente no puede asimilarlo, su capacidad es insuficiente.

Las deficiencias y los pecados del hombre se deben todos a la sustancia del cuerpo y no a su forma; mientras que todos sus méritos se deben exclusivamente a su forma.

Dios no puede ser comparado con nada. Tómalo en cuenta.

Hay ocho peldaños en la caridad. El más alto es cuando ayudas a un hombre a ayudarse a sí mismo.

Encontrarás que no hay ninguna otra diferencia de opinión respecto a ninguna parte del Universo, excepto que los filósofos creen en la Eternidad del Universo y nosotros creemos en la Creación. Tenlo en cuenta.

Cómo los individuos de la misma especie se superan entre sí en estas sensaciones y en otras facultades corporales es universalmente conocido, pero hay un límite para ellas, y su poder no puede extenderse a cualquier distancia ni a cualquier grado.

Uno debe ver el mundo, y verse a sí mismo como una balanza con un equilibrio igual de bien y mal. Cuando hace una buena acción, la balanza se inclina hacia el bien - él y el mundo son salvados. Cuando hace una mala acción, la balanza se inclina hacia el mal - él y el mundo son destruidos.

Da un hombre un pez y lo alimentarás por un día; enséñale a pescar y lo alimentarás por toda la vida.

Trabaja antes de comer, descansa después de comer. No comas vorazmente, llenando la boca trago tras trago sin espacio para respirar.

Lo mismo ocurre con aquellas opiniones del hombre a las que se ha acostumbrado desde su juventud; le gustan, las defiende y evita las opiniones opuestas.

Anticipa la caridad previniendo la pobreza; ayuda al hombre necesitado, ya sea con un don considerable o una suma de dinero, o enseñándole un oficio o poniéndolo en el camino de los negocios para que pueda ganarse un sustento honesto y no verse obligado a la terrible alternativa de extender la mano para pedir limosna. Este es el paso más alto y la cima de la escalera dorada de la caridad.

Los filósofos también suponen que en la Naturaleza no hay nada en vano, de modo que todo lo que no es producto de la industria humana cumple un propósito determinado, el cual puede ser conocido o desconocido para nosotros.

El ser que tiene existencia absoluta, que nunca ha sido y nunca será sin existencia, no necesita de un agente.