El ego es una institución social sin realidad física. El ego es simplemente tu símbolo de ti mismo.

Cuando aceptas todo, todo está más allá de las dimensiones. La tierra no es grande ni un grano de arena pequeño. En el reino de la Gran Actividad, levantar un grano de arena es lo mismo que levantar todo el universo. Salvar a un ser sintiente es salvar a todos los seres sintientes. Tus esfuerzos en este momento para salvar a una persona son los mismos que el mérito eterno del Buda.

Tenemos que estudiar con nuestro corazón cálido, no solo con nuestro cerebro.

La gente dice que practicar el Zen es difícil, pero hay un malentendido acerca de por qué. No es difícil porque sea difícil sentarse en la posición de piernas cruzadas o alcanzar la iluminación. Es difícil porque es difícil mantener nuestra mente pura y nuestra práctica pura en su sentido fundamental.

Siempre existirás en el universo de una forma u otra.

Debemos existir justo aquí, justo ahora.

El infierno no es castigo, es entrenamiento.

El camino que ayuda no será el mismo; cambia según la situación.

Puedes decir que las cosas ocurren por casualidad, pero yo no lo siento así.

Las personas que conocen el estado de vacío siempre podrán disolver sus problemas mediante la constancia.

Para los estudiantes de Zen, una mala hierba es un tesoro. Con esta actitud, lo que sea que hagas, la vida se convierte en un arte.

Estrictamente hablando, no hay personas iluminadas, solo hay actividad iluminada.

No te muevas. Solo muere una y otra vez. No anticipes. Nada puede salvarte ahora porque solo tienes este momento. Ni siquiera la iluminación te ayudará ahora porque no hay otros momentos. Sin futuro, sé fiel a ti mismo y exprésate completamente. No te muevas.

Quieres eliminar tus deseos malvados para revelar tu naturaleza de Buda, pero ¿dónde los tirarás?

Nuestra práctica debe basarse en el ideal de la desinterés. El desinterés es muy difícil de entender. Si intentas ser desinteresado, ya es una idea egoísta. El desinterés estará allí cuando no intentes nada.

La práctica de zazen es la expresión directa de nuestra verdadera naturaleza. Hablando estrictamente, para un ser humano, no hay otra práctica que esta práctica; no hay otro modo de vida que este modo de vida.

Nuestra tendencia es interesarnos por algo que crece en el jardín, no por la tierra desnuda en sí. Pero si deseas tener una buena cosecha, lo más importante es hacer que la tierra sea rica y cultivarla bien.

Al reflexionar sobre nuestros problemas, debemos incluirnos a nosotros mismos.

No es necesario tener un entendimiento profundo del Zen.

Cuando no te das cuenta de que eres uno con el río, o uno con el universo, sientes miedo. Ya sea que se separe en gotas o no, el agua es agua. Nuestra vida y muerte son lo mismo. Cuando nos damos cuenta de este hecho, ya no tenemos miedo a la muerte.

Si quieres disfrutar de la película, debes saber que es la combinación de película, luz y pantalla blanca, y que lo más importante es tener una pantalla blanca y lisa.

Si puedes simplemente apreciar cada cosa, una por una, entonces tendrás pura gratitud. Aunque observes solo una flor, esa flor incluye todo.

Si no hubieras nacido en este mundo, no habría necesidad de morir. Nacer en este mundo es morir, desaparecer [riendo].